El abogado

“No sabe cómo resolver esta difícil situación, ni se lo plantea. Su amor se siente desvalido, perdido, sin fuerzas ni iniciativa para tomar una decisión. 

En el fondo de su más profundo sentir quería adivinar una vaga esperanza; posiblemente esta pesadilla pasará pronto y todo volverá a ser como antes. Eran sus ansias de no perder lo logrado; se agarraba a la ilusión igual que el sediento en el desierto acepta el espejismo que le permite seguir, convencido de que tiene el oasis al alcance de la mano.

Lucy, que lo observaba muy pensativa, comenzó a sentir lástima por él. O tal vez por ella, por haber apostado por un perdedor. 

Al principio no era consciente de ello, pero no tardó en sentir escalofríos pensando que al lado de este hombre le podía esperar un porvenir muy distinto al que ella había soñado.” 

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